Estas dos últimas semanas hemos realizado dos jornadas de caracterización en dos municipios navarros: la semana pasada visitamos Mendaza (compuesto por los concejos de Acedo, Asarta, Mendoza y Ubago), en la merindad de Estella, y hace unos días fue el turno de Berbinzana, en la merendad de Olite.
Durante el proceso de caracterización, nuestra labor consiste en repasar todos los ámbitos del Patrimonio Inmaterial, el imaginario colectivo y la vida cotidiana del siglo XX en la localidad para, por un lado, detectar los potenciales informantes que en la fase de entrevistas nos hablarán de cada uno de los temas y, por otro, encontrar los hitos, sucesos o referentes fundamentales para la comunidad, que deberán ser explorados en profundidad en los momentos sucesivos. En estas reuniones participan los responsables del área de Cultura de los municipios, pero no solo ellos: cualquier persona con una relación intensa con un área vinculada al Patrimonio Inmaterial es bienvenida a este proceso participativo, pues su punto de vista puede ser fundamental para dar luz sobre algún aspecto del PCI del pueblo.
Gracias a las reuniones de la semana pasada identificamos una bonita tradición mendazana: en el noveno mes de embarazo, las mujeres subían a la ermita de Santa Coloma y, dicen, eso ha evitado que en el pueblo hubiera jamás un niño muerto en el parto. En Berbinzana, por su parte, destaca el injerto de las viñas como actividad más característica del municipio. Tanto hombres como mujeres llevaban a cabo este trabajo (repartiéndose las distintas fases del proceso), que además está muy presente aún hoy en sus canciones, sus refranes y sus apodos.